Sobre las olas...

¡EXTRA EXTRA! DAN DESCANSO A AMORTIGUADORES. SE ACABO LA MAREA DE PAVIMENTO , AL MENOS PARA EL METROBUS.

Con un gasto adicional de 14 millones y medio de pesos, el Gobierno (despejado) del Distrito Federal intenta componer el proyecto Metrobús y salvarlo de las constantes quejas de los conductores que a diario pasan por ahí. Resulta que a todos los ingenieros, arquitectos, corredores públicos y diputados que otorgaron permisos para oficializar dicho transporte se les olvidó revisar si la carpeta asfáltica estaba diseñada para tal atrocidad. Y obvio que a las primeras de cambio la avenida más grande del mundo se conviritió también en la más intransitable.

Camiones Volvo de doble remolque zurcaron, en cuestión de meses, su caminito con yuntas de hule y el peso de miles de pasajeros que lo usan de manera obligatoria y voluntaria. Muchos siguen sin entender por que tienen que viajar enlatados en un remedo de transporte eficiente, que desde sus inicios jamás brindó comodidad y servicio. Apretujones y "toques" intencionales e involuntarios fue la más común de las quejas de las pasajeras, pues el vavién producido por las olas de asfalto generaban encuentros cercanos del tercer mundo.

Una cama de 80 centímetros de concreto hidráulico inyectado (que cuesta más caro de lo que suena) fue colocado a lo largo de todo el trayecto para que el transporte de pasajeros pueda circular como dios manda, derechito y sin turbulencias, a lo largo de todo el recorrido Insurgente. Los carriles de autos pirvados también esta recibiendo una emparejada, aunque no con la misma velocidad ni calidad que mereció la obra de la administración de López Obrador. Esperemos que para el siguiente Metrobús que construirá Marcelo se paguen los estudios pertinentes de mecánica de suelo antes que la publicidad de dichas obras.