Ni el Bon Ice nos salva.

El calor nos invade. Ventiladores, aires acondicionados y ropa ligera llegan a las tiendas de toda la ciudad. Pero ahí no está la solución.

De 1920 al 2000 la temperatura media de la primavera en el DF ha aumentado 4.34 grados Celsius (o mejor conocidos como centígrados), según datos del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. Esto no es castigo divino ni casualidad: la extensión de zonas urbanas sobre regiones antes arboladas y el aumento de automóviles en las mismas redes viales (como el aumento de 2 a 3 carriles y el segundo piso del periférico) hacen que el calor no sólo se sienta mas duro, sino que de pronto llegue a ser sofocante.

Pero no sólo eso. El Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud del IPN ha dicho que para dormir a gusto, la temperatura ideal para tener un sueño de calidad son entre 15 y 16 grados. Cuando hay más de 30 grados (que en este 2007 se prevé que haya más de 15 días arriba de esta cifra) las personas despiertan por microsegundos, lo que conlleva un mal descanso y se conviertan en fatiga y mal humor al siguiente.

Calor en la ciudad. Es verdad, en las fuentes avientan monedas y brotan deseos.

El calentamiento global ha llegado a nuestra ciudad. Mas bien no llegó, nosotros lo generamos. Tenemos unas pequeñas sugerencias para que no sigamos generando más calor.

1. Si andas en auto, trata de no prender el aire acondicionado, y abre todas las ventanas que puedas. Prender el aire genera más potencia en el motor y por tanto, consumes más gasolina.

2. Trata de viajar con ropa ligera. Desabotona la camisa y toma muchos líquidos, te sentiras más fresco.

3. Aprovecha la energía existente. Abre las ventanas de tu casa u oficina, apaga las luces durante el día y si tienes mucho calor, enciende un ventilador sólo en la zona dónde te encuentres.

4. No le subas la potencia al refri. Esa gran caja blanca es una hielera: sella y mantiene la temperatura adentro. Si sientes que está menos frio, piensa que tal vez tiene una fuga. Además que si le giras la perilla para más frío gastarás más energía y la parte de atrás de tu refri será más caliente.

5. Durante la noche, duerme con las ventanas y persianas abiertas. Consígue sábanas frescas de algodón y en la manera de lo posible, elimina excedentes de cojines, rodapiés o edrededones. Facilitará que concilies el sueño.