viernes, marzo 16, 2007

Felices 100 días, Ebrard.

Como Calderón, también cumplió sus primeros 100 al frente de gobierno. Este es un confetti de sus acciones.

Desde que entró Marcelo a la jefatura del Gobierno Capitalino, no ha dejado de sorprender a sus gobernados con sus métodos de gobierno. No sólo ha entrado en Tepito a desterrar el narco, quitó las conferencias mañaneras y dejó de usar el Tsuru que daba imagen populista. También reabrió el patronato DIF- DF y puso a su esposa como titular. Descontinuó las obras tipo "Salomónicas" de los segundos pisos, y casi olvida el plan maestro del metro. También desea incorporar una nueva ruta de Metrobús en Eje 4 (que actualmente tiene autobús en contrasentido), y quiere quitar a los comerciantes ambulantes del centro histórico. Además desea que los funcionarios viajen una vez al mes en bici, de su casa al trabajo. Está dispuesto a crear un nuevo reglamento de tránsito y cambió los cánones del burocrátrico trámite de la verificación vehicular.

El grupo de la Asamblea Legislativa de su partido le es fiel a otra corriente, a la cual Ebrard no pertenece. Mantiene una línea distante con la Presidencia de la República. Su gabinete provee el presupuesto para mantener la "presidencia legítima" de Andrés Manuel. Sus gobernados apenas lo aprueban.

Aún así, es el jefe más importante de la ciudad, el que estudió Administración Pública en Francia y que heredó el populismo de Andrés Manuel. Vive en la condesa y recorre las zonas populares del DF intentando ganar adeptos. Tiene las mejores ideas que se han visto para la ciudad en años. Sin embargo no acaba de arrancar, por que quizá lo único que le falta, es la estrategía de negociación política para que todos los partidos avancen en la misma línea y tengamos una ciudad menos peor.

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